El que presuntamente Antonio Gali Fayad esté buscando alguna negociación para quedar libre de cualquier imputación por corrupción e impunidad al ejercer como funcionario morenovallista y Gobernador del Estado, indica desesperación por limpiarse la mugre que lo cubre, permitiéndole, a la vez, no tener impedimento de regresar a la arena política en busca de la Presidencia Municipal de la capital, lo que le daría el margen de maniobra suficiente para impulsar a su “delfín” que compita por la gubernatura en 2024.
Sabe Gali que abrir las cuentas públicas de Rafael Moreno Valle Rosas puede ser un severo golpe a su estatus político y económico, porque él fue uno de tantos cómplices que avaló lo que hacía su jefe. Su paso por la Secretaría de Infraestructura le daba autorización para “transparentar” licitaciones, obras faraónicas y fraudulentas y el manejo abierto de recursos donde los moches fueron el PAN de todos los días.
Casa Puebla es ejemplo de la ostentación y el dispendio.
Fueron 66 millones de pesos los invertidos en su remodelación, transformando, lo que aparentemente era la casa del pueblo en un Partenón al estilo “Negro” Durazo.
El haberse coludido en el cierre de centros de verificación dejando apenas 27 que atendieran el parque vehicular de 217 municipios, indica que se creó un monopolio que concentró los ingresos en un puñado de amigos y familiares que la hicieron de prestanombres.
Falta saber los entramados en la concesión del agua potable, el manejo turbio del SOAPAP, la compra de inmuebles antiguos que se convirtieron en hoteles de lujo y restaurantes, las ciclopistas, la rueda de la fortuna, el Museo Internacional del Barroco, la intromisión en el fútbol profesional, etcétera y más etcétera.
A la ciudadanía le despierta sospechas y malestar el que Tony Gali pida reunirse con la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero.
¿Para qué?
¿Negociar su tranquilidad a cambio de proporcionar información?
¿Pedir se le perdone?
¿O fue a echarle la culpa a Rafael Moreno Valle Rosas, al que idolatró y ya no se puede defender?
No es venganza del nuevo Gobierno de Miguel Barbosa, es justicia.
Gali, al igual que los morenovallistas, pensaron que todo era para siempre.
Nunca imaginaron que la desgracia los alcanzaría el 24 de diciembre de 2018 junto con los esposos Moreno-Alonso.
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HABLAR SOBRE la traición que hizo el empresario Ricardo Henaine Mezher a trabajadores de El Heraldo de Puebla; de la sociedad que armó para engañar al Gobierno estatal poblano tratando de limpiar su nombre y la de sus socios; de los prestanombres que utiliza en sus negocios; de su evasión al SAT, es la realidad que no se puede ocultar.
No sorprendería que busque negociar.
Igualmente, ya imagino que dicta órdenes para no “subirse al ring” en la denuncia que ha inundado las redes sociales.
Tampoco es traición, es justicia.
Si a Henaine le gusta jugar a las trampas, que lo siga haciendo en sus casinos, pero no con la amistad que brinda a todas luces falsa, el trabajo y la dignidad de las personas.
