Era algo que se especulaba, pero que nadie se atrevía a señalar de manera contundente.
El tufo de los “Licenciados y Maestros Piratas” salía del Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP).
Compraron calificaciones y títulos.
Nunca los hubieran puesto al descubierto con el panismo.
Vaya, ¡no sé cómo no se les ocurrió comprarlos en la Plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México! Habrían pasado desapercibidos por más tiempo.
Los farsantes que se hacían pasar por Licenciados en diferentes especialidades, estaban bien agarrados del morenovallismo, ejerciendo indebidamente la profesión y siendo nombrados Diputados o funcionarios, protegiéndose de sus detractores en el jefe de la pandilla y su subalterno, Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad, respectivamente.
Qué fácil fue para José Gerardo Javier Islas (y) Hernández obtener la licenciatura en Periodismo, cuando sabemos perfectamente que nunca supo redactar ni una carta para su novia. Sus antecedentes en el PRI y la forma de cobrar en nóminas oficiales es de muchos conocida. Siempre lo acompañó su hijo el soberbio Diputado dueño del periódico “Sexenio” y cómplice actualmente en la “sociedad” que publica El Heraldo de Puebla, Gerardo Islas Maldonado.
La “y” se la agregó Islas Hernández, como diría el famoso Escritor del Siglo XIX, Don Artemio del Valle Arizpe, para darse caché. Es un gusto arraigados en los chimpancés, agregaría jocosamente en sus charlas de café.
Son 26 los personajes con títulos apócrifos que caminan por las calles como si el piso no los mereciera, entre ellos el imberbe e inepto Jesús Christian Giles Carmona, el muñeco de madera con nariz grande que elaboró Moreno Valle para que dirigiera el PAN estatal que después cedería a Martha Erika Alonso Hidalgo. El “niño” Giles se ostentaba como Licenciado en Derecho.
Qué me dice usted de Francisco Rodríguez Álvarez, a quien la gusta que le digan Franco. Siendo empresario coordinó una manifestación frente al Congreso del Estado exigiendo un alto a la corrupción, siendo capaz de colocar una piedra gigante que personificaba la honestidad.
Qué le falló a Guillermo Pacheco Pulido para contratarlo como Secretario de Desarrollo Rural; para eso, mostró que era licenciado en Administración de Empresas.
Otro Abogado de pacotilla resultó el ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, quien fue un ostentoso Director del Instituto Poblano del Deporte.
La lista es larga, agregándose Gustavo Guzmán Fernández, con “Maestría en Administración Pública; Miguel Ronquillo Huerta, Licenciatura en Derecho; Israel Alcántara Ramírez, Licenciatura en Administración de Empresas; José Nelson Pardo Martínez, Licenciatura en Administración de Empresas; Laura Fuentes Aguilar Flores, Maestría en Administración Pública; Néstor Adrián Morales Neri, Licenciatura en Administración de Empresas; Óscar Francisco Daza Ramírez, Maestría en Derecho, Paola Elizabeth Angón Silva, Licenciatura en Derecho; Ulmer Misael Ramírez Ruiz, Maestría en Derecho; Gabriela Karina Delgadillo del Toro, Licenciatura en Administración de Empresas; Fausto González Méndez, Licenciatura en Derecho; Ana Margarita Castillo Bolio, Licenciatura en Derecho; Edgar Guzmán Fernández, Maestría en Administración Pública; Anna Patricia Riaño Ruiz, Licenciatura en Derecho; Iker Albizuri Morett, Licenciatura en Administración de Empresas; Jorge David Rojas Armijo, Licenciado en Derecho; Lizbeth Rito Rodríguez, Licenciatura en Derecho al igual que Marcos Pérez Calderón; María de los Ángeles Aguilar López, Maestría en Administración Pública y Xavier Ruiz Esparza del Cerro, el único en bachillerato.
Todos ellos, junto con operadores políticos y es colaboradores del IEDEP, son acusados por cohecho, tráfico de influencias, ejercicio indebido de funciones y asociación delictuosa.
Así nada más, como para rascarle la panza al tigre.
La farsa en pleno.