Diputada Carolina Gaspar, víctima de su ex esposo, protegido de juez. *Maritza Flores encubre a su hermano

Diario ABC Puebla

Luis Enrique Quintero

La diputada federal suplente por el distrito de Acatlán de Osorio, Carolina Gaspar Ramírez, acusa públicamente a su ex esposo el abogado Rafael Flores Hernández, a quien también ya denunció formalmente por los delitos de violencia intrafamiliar, lesiones, acoso y los que resulten en agravio de ella y del hijo de ambos, un adolescente autista, de 13 años de edad,

Las querellas se han formulado ante las autoridades correspondientes como lo demuestran la demanda 3466/2019 presentada ante la Unidad de Violencia Familiar; Carpeta Judicial Administrativa 1264/2019, y la Orden Dictada de Protección 1237/2019.

En los micrófonos de Reflexiones RADIO y para el periódico digital ABC Puebla, la legisladora suplente lamentó que este sujeto (con problemas psicológicos) ande libre por las calles, bajo una presunta protección de su hermana, la jueza Maritza Flores Hernández, por lo que la víctima teme ser una víctima más de feminicidio en Puebla y por ello urge la pronta acción de la justicia.

Como abogado, pero sin ninguna experiencia laboral, Rafael Flores Hernández, fue colocado por sus familiares en puestos claves del Tribunal Superior de Justicia del Estado, pero por suerte  fue  despedido desde el año 2013.

El denunciado ha logrado evadir la acción de la ley. Un ejemplo: el Juez de Control Región Centro, Celestino Martínez Bones, aceptó en 4 ocasiones que Rafael Hernández Flores no atendiera los citatorios para enfrentar la demanda por violencia familiar que pesa en su contra.

Finalmente, un estudio psicológico practicado por las autoridades judiciales, arroja que Rafael “N”, es una persona impulsiva e inmadura, que gusta de llamar la atención, bajo de control de emociones, dependiente, controlador y presenta sentimiento de resentimiento e indignación hacía su ex pareja.

ADEMAS, COBARDE

Pese a estar restringido el acercamiento con la familia, Rafael “N”, se las ingenia y se pitorrea de la vigilancia policial, acosando diariamente a Carolina, quién tiene miedo de llegar a la escuela por sus hijos, al trabajo, o su hogar y encontrárselo, lo que significa agresión. El cobarde abogangster se atrevió a golpear al hijo de Carolina, pues se trata de un niño que, por si fuera poco, es autista.

De su segundo matrimonio se sabe que fue con una mujer modesta de origen campesino, con sufrimiento leve de esquizofrenia, para la cual ese individuo adquirió todo tipo de Seguro de Vida. Sorpresivamente, esa mujer murió y él cobro los Seguros de Vida.

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