Este jueves se registró la tercera jornada consecutiva de protestas en Minneapolis, Minesota, tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, registrada el lunes pasado tras ser detenido por la policía local.
Por tercera noche consecutiva, miles de personas exigieron justicia frente a la sede del gobierno del condado de Hennepin, posteriormente los manifestantes marcharon sobre Marquette Avenue, una protesta que transcurría de manera pacífica, sin embargo, desembocó en enfrentamientos con la policía.
Alrededor de las 21:00 horas se reportaron enfrentamientos entre algunos manifestantes y elementos de las fuerzas policíacas, por lo que elementos antidisturbios trataron de dispersar la protesta arrojando gas lacrimógeno a los inconformes, por lo que, en respuesta, algunos manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra los uniformados.
En la ciudad vecina de St. Paul también se llevaron a cabo protestas la tarde del jueves, además de disturbios como saqueos y destrucción de tiendas, y por lo menos una decena de incendios provocados.
Debido a la situación que se ha generado tras la muerte de George Floyd, el gobernador del estado, Tim Waltz, firmó este jueves una orden para desplegar a la Guardia Nacional, con el fin de “ayudar a proteger la seguridad de los habitantes de Minnesota y mantener la paz”.
Por su parte, el presidente Donald Trump criticó en un tuit el manejo de la situación por parte del alcalde Jacob Frey, a quien calificó como “muy débil alcalde de la izquierda radical”, además de amenazar con tomar el control de la situación.
No puedo retroceder y ver que esto suceda en una gran ciudad estadounidense, Minneapolis. Una falta total de liderazgo. O el muy débil alcalde de la izquierda radical, Jacob Frey, actúa juntos y pone la ciudad bajo control, o enviaré a la Guardia Nacional y haré el trabajo bien.
Tras la muerte del hombre afroamericano, del que se difundió un video al momento de su detención, se han registrado masivas protestas en contra de la brutalidad policial y el racismo.
El hombre fue sometido por un policía que presionó su rodilla contra su cuello mientras este decía que no podía respirar. Momentos más tarde, Floyd, de 46 años, falleció en el hospital.
