Luis Enrique Quintero
Con la colaboración de la Fiscalía General del Estado, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda congeló las cuentas bancarias de los principales líderes de Antorcha Campesina en Puebla, por diversos delitos graves, entre ellos lavado de dinero, operación de gasolinerías con combustible robado, extorsiones y otros.
La información fue dada a conocer la mañana de este lunes en Palacio Nacional por el titular de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, quien no precisó nombres, pero evidentemente figuran los jefes de esta organización que nació hace 50 años en Tecomatlán, Puebla: el fundador Aquiles Córdova Morán y su yerno Juan Celis.
No es difícil concluir que las acciones de Santiago Nieto, quien obviamente cuenta con la autorización del presidente López Obrador, no pueden quedar en el congelamiento de cuentas pues se trata de delitos graves que se pagan con cárcel, pues así lo establece la ley.
Nieto detalló que Antorcha Campesina recibió recursos en efectivo para que fueran “lavados” pues pertenecía a una red de asociaciones y empresas con las que el líder del Sindicato Libertad, Hugo Bello, “lavaba” dinero en distintos estados de la república. A Córdova Morán a sus allegados se les ve en lujosas camionetas blindadas con valor mínimo de 7 millones de pesos
Abundó que la investigación también fue resultado de un trabajo en conjunto con las Fiscalías del Estado de México, Oaxaca y Ciudad de México, en donde se detectó que se extorsionaba a los gobiernos y empresas privadas para llevar fletes de construcción de obra pública a varios estados.
La suspensión de las cuentas se suma a las dos denuncias que Antorcha enfrenta en la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto lavado de dinero y actos de corrupción.
Santiago Nieto señaló que en distintos puntos del país se identificaron 40 gasolineras propiedad de Antorcha con irregularidades en sus operaciones.
Antorcha Campesina buscó convertirse en partido político pero al no lograr juntar los requisitos fue rechazado su registro por el Instituto Electoral del Estado de Puebla, por lo que amenazó al gobernador Barbosa de desestabilizar la entidad.
Previamente, Antorcha ya había amenazado a López Obrador e incluso una ocasión bloqueó los accesos carreteros a la capital del país, luego de que el presidente ordenó que se cancelara el subsidio de más de 3 mil millones de pesos al año que esa organización recibió durante los gobiernos del PRI y continuó con el PAN.
Ahora que esto se ha hecho público, muchas víctimas reiteran que, utilizando la frase de Emiliano Zapata “la tierra es de quien la trabaja”, Antorcha ha dejada sin patrimonio a miles de familias y empresas mexicanas al invadir con lujo de violencia terrenos y hasta casas que tienen dueño, para el propio beneficio de los líderes y para mantener controlados a sus afiliados a los que utiliza para diferentes movimientos de agitación y despojo.